¡Estamos de enhorabuena! Uno de los grupos insignia de la segunda oleada del Black Metal, por el estilo y la mística de la cual much@s de nosotr@s nos enganchamos a esto del Metal Extremo ha parido un disco agresivo, ávido de hacerte saltar la piñata de un buen puñetazo de crochet. Denominados como el primer año en que la peste negra asoló Escandinavia, esta gente de Oslo (Noruega) lleva en el ajo desde 1997, provenientes de las cenizas de un grupo previo, Alvheim. Con ocho elepés de estudio, uno en vivo, tres EP's y algún single supuran Metal Satánico desde las palmas de sus manos. Formados por Seiedmann al bajo, Ravn (voz principal, anteriormente parches), Archaon (guitarra, voces) y el ex de Satyricon, Frost, a la batería desde 2001, nos brindan otro cóctel bien digestivo para los paladares más endemoniados. Con ‘The God Devourer’: abren con contundencia y velocidad, pues los 1349, aparte de influencias de los clásicos de la escena blacker predominantemente europea, beben bastante del thrash también, del Viejo Continente y de EE.UU., indistintamente. Con un buen videoclip donde imperan las luces rojas y azules, donde podemos ver al grupo ejecutando esta canción con la recurrente temática hermética en el género. ¡Gozadlo, benditos! ‘Ash of Ages’: con voz despótica y melodía agitada y combativa, redobles marciales nos ponen a tono en este track de temática oscura y apocalíptica. Lo que le pido al Black Metal noruego de toda la vida está resumido en este corte. ‘Shadow Point’: rompiendo con el abordaje inicial de las dos anteriores ejecuciones con un salvajismo corsario digno de admirar, aquí nos entran con un principio acústico al que luego someterán los metales de la batería, creando una sugerente atmósfera caótica. Con un original videoclip del rollete de “La bruja de Blair”, me parece un tema fuerte del álbum, que también puede funcionar muy bien en sus directos (a ver si es verdad).
‘Inferior Pathways’: otra apertura apoteósica, con ese trémolo que nos pone el vello como escarpias heladas, se vuelve cada vez más martilleante, Frost no perdona, es una apisonadora humana que conjuga genial con la voz cantante, que vocifera esoterismo laberíntico a los cuatro vientos. ‘Inner Portal’: en este caso abre un bajo chulesco y una batería que le acompaña hasta que caen los blast-beats como tormenta de nieve de estos tiempos de Yule, y la voz como el hechicero que de hecho Ravn es. Canción filosa y cortante, deriva en una atmósfera centelleantemente diabólica en cuanto a velocidad y actitud. Se frena el asunto, para susurrarte al oído y asustarte con tremendo alarido después. ¡Buenaza! ¡Te abre el portal interno, sin duda! ‘The Vessel and The Storm’: Frost sigue empeñado en no dejar títere con cabeza desde sus baquetas poseídas. La voz, más reptilesca, escupe odio como una sarta de ametralladoras en las trincheras de la sucia Primera Guerra Mundial. Con momentos claustrofóbicos que nos recuerdan a los Zyklon-B por los cuales algún miembro de 1349 ha pasado. En el ecuador del tema tiene un momento trepanador que hará las delicias de todos los fanáticos de la tribu oscura. Guitarras chirriantes pillan ahora la iniciativa, para machacarte y vociferarte hasta el exterminio total de la raza del mono. ‘Obscura’: con unos loops guerrilleros que predicen el final apocalíptico y la pandemia de caos final, Ravn sigue salivando veneno más venenoso que el puto jaco. Un solazo guitarril marca su predominio para abrir la veda a la oscuridad más thrasher, flamígera y digna de Pedro Botero a la vez. ‘Fatalist’: y cierran su octavo disco con este título que es toda una declaración de intenciones sobre su filosofía de (anti)vida. Con una apertura de factoría de muerte oxidada. La voz, llena de eco, como el vacío existencial de este mundo dirigido por líderes huecos, dejan clara su adscripción al pesimismo militante. A lo largo de la canción encontramos algún pasaje más ritualístico que a mí tanto me fascina, tan explotado por los suecos Ofermod de Belfagor o los helénicos Acherontas, todo a mayor gloria de la casa común que es Odium Records para el Black más descarriado. La cosa galopa como los mustangs de los indios forajidos en plenos Apalaches. El remate y requeterremate de los bombos llega a un nivel de zénit, acompañado por unas seis cuerdas que se corren a entregarse al amo cornudo del infierno. Aquí no hay tu tía: ¡Satan Rules! Conservando, como en toda su discografía, el sonido trve de los grandes, que hicieron de la nación noruega la Meca de los greñudos oscuros de endiablada enjundia, a lo mejor no son virtuosos revolucionarios del Black, que te experimentan desde la vanguardia y lo prog, para llevarte la semilla de Satán a conquistar otros lares por descubrir. Pero para ello, ya contamos con grupos como los neoyorkinos Imperial Triumphant, o los franceses Deathspell Omega, que homenajean lo más raruno y kami-kaze de la escena. 1349 es un grupo más francotirador y obrero del Black a la vez, prestos para asesinar cualquier atisbo de fe positiva en cada individuo y en la Humanidad entera, expandiendo la pura y miserable misantropía por doquier, con los recursos habituales de las naciones vikingas. El resultado es el que los fanáticos nos merecemos: un Black flambé, que planea con rabia como un velociraptor en celo, mejor bordado que el mantón de Manila de mi yaya. ¡Larga vida a la peste nórdica! ¡¡¡Inféctate tú, que me infecto yo también!!! TRACKLIST 1.The God Devourer 2.Ash of Ages 3.Shadow Point 4.Inferior Pathways 5.Inner Portal 6.The Vessel and The Storm 7.Obscura 8.Fatalist NOTA: 8,5/10 https://1349som.bandcamp.com https://legion1349.com https://open.spotify.com/intl-es/artist/150xbiJGnTy1tSBZ9EFKnT METAL FRIENDS Texto: Makoki13
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