ANCST – ‘Zorn’ EP - (2022)

Y no me voy de Alemania, aunque pasamos al Black Metal costroso; no exento de otras influencias como el Drone y el Dark Ambient, que facturan este autodenominado colectivo musical radicado en Berlín.
 

ANCST había bebido también de otras fuentes como el HC-punk; sin embargo, en este EP indudablemente hay un retorno al sonido de sus primeros discos. Tienen también un fuerte cariz ideológico en sus letras y actitud, que podríamos resumir como D.I.Y. (háztelo tú mismo), y extremadamente crítico en lo sociopolítico: en sus propias palabras, quieren ser “la voz de los insatisfechos y de los marginados”, odiando a la vez “obedecer o dirigir a nadie”. En definitiva, usando este colectivo musical para despotricar ante la rabia acumulada que genera esta democracia representativa, establecida, burguesa... o como le queráis llamar, así como abanderando orgullosamente la causa antifascista, antiracista y contra el sexismo ancestral. Como vemos, se alejan un poco del satanismo (vivencial o de postureo), el ocultismo (también estético o sentido) y, a lo sumo, de lo espiritual, aunque sea en la mayoría del BM lo antagónico al bloque religioso dominante aquí y en Roma; para dar caña en el aquí y el ahora.
 
 
 
Aunque, esto tampoco es del todo cierto, pues, ciñiéndonos al único clip de “Zorn”, vemos que también abrazan lo tenebroso y brujeril, como tantos otros grupos que militan en el llamado RABM (Black Metal rojo y anarquista; opuesto al NSBM, que cuenta con letras nazi-fascistas, y cuyos máximos exponentes serían los Absurd, provinientes de la extinta República Democrática Alemana excomunista, de macabra historia, que ríete tú del Inner Circle noruego de los 90). Ancst se fundaron en 2011 como Angst, voz alemana sinónimo de “miedo”, y desde que lanzaron su primera demo en el ya lejano 2012, no han parado de bombardearnos con sus trabajos con una lógica predilección punkarril por el formato EP y el Split; aunque también cuentan con varios elepés y recopilaciones de lo mejor de su material. Otra curiosidad es que las cuatro canciones del EP son cantadas en alemán, abandonando el inglés imperante en sus anteriores trabajos, una senda lírica hacia la propia habla, que han seguido muchísimos grupos blackers de lo más dispares en todo el mundo. Para finalizar esta extensa introducción, ya, añadir que Ancst ha tenido severos cambios de miembros en su más de una década de vida.
 
 
 
Pues vamos a sorber los elixires de este dichoso cóctel, a ver si es tan molotov como nos lo pintan...
 
 
 
‘Heerbann’: negras tormentas agitan los aires, nubes oscuras nos impiden ver... después de la intro climatológicamente adversa de rigor, la locomotora de Ancst arranca con todo, con guitarras punzantes y una loca percusión que marca el paso firme del resto del grupo. La voz de Tom Schimdt también es interesante, bastante limpia pero agresiva a la vez. Sin embargo, lo que más sublime me ha parecido de todo es el clip de dicha canción. Con estética en blanco y negro, de cine de terror mudo; no aparece Nosferatu, sino secuencias de imágenes de akelarres y brujas surcando los cielos de medianoche, hasta un monje dominico de la Santa Inquisición flagelando un impío hay. Aquí está, para vuestro deleite audiovisual:
 
 
 

‘Reich der Flammen’: épicamente, y con la voz de Tom en plan la niña de El Exorcista; una pieza musicalmente envolvente y endemoniada a la vez. En cuanto a la letra, de índole más de introspección personal e invocación al suicidio, muy en la línea de mis bienamados, poéticos y también alemanes Bethlehem. Da pinceladas de la medicalización de una enfermedad mental severa, que acaba trágicamente con su “reino en llamas”, su apartamento, después de una guerra permanente contra su demente existencia.
 
 
‘Materialschlacht’: distorsión y batería aporreada de puros “blast-beats”, tú eres todo temblores. Respira y olvida tu sudor frío. Susurros que se convierten en alaridos de licántropo. ¡Y remolino final! Otro puñetazo más en toda la mesa.
 
‘Todeswelt’: algo más punk oscuro, como si Euronymous se hubiera tropezado con la fiesta del six-pack de los Black Flag va volviéndose más y más blacker, y también más reposada que las anteriores canciones. Lamentablemente, mi nivel de alemán es tirando a cero patatero, ¡y solo he podido encontrar la letra de “Reich der Flammen”!, con lo que yo disfruto comentándoos lo lírico de las canciones (espero que vosotros también..., jaja).


 
 
 
Ancst son un grupo un poco “sui generis”, y muy admirado en lo que se ha dado en llamar RABM, que después de cambios de miembros que entran y salen del colectivo musical de experimentos estilísticos bastante bien aclamados, y de llevar la batuta en este mundillo que se mueve entre Dawn Ray'd y Fall Of Efrafa, ellos han decidido volver a casa, desempolvar los primeros discos que les dieron forma a sus influencias originales, y hacer lo que mejor saben hacer desde sus raíces. ¡Sabia decisión! Y es que, la militancia ácrata no debe ir nunca reñida de la calidad, el buen gusto, un ápice de Sendero de la Mano Izquierda, una pata de cabra, y chup-chup con veneno de sapo, un chorrito de gasolina; y les quedó un cóctel que, sin superar ninguna canción su celebrada “Moloch”, indica que los berlineses aún tienen ruido y lucha para rato.



 
 
NOTA: 8´5/10
 

METAL FRIENDS
Texto: Makoki13