DUIR - 'T.S.N.R.I. - Impermanenza' - (2022)

No es ésta una banda atmosférica cualquiera. Para empezar, ni hay sintetizadores, ni es otra banda de un solo hombre; sino de seis músicos con un reconocible toque de música tradicional que han dado en llamar Atmospheric Folk Black Metal.

Radicada en Verona (Véneto, Italia) está formada por Thomas Zonato (gaita, vihuela de rueda, flauta celta), Andrea Zanini (bajo), Matteo Polinari (percusión), Mirko Albanese (guitarra), Leonardo Cunico (guitarra) y Giovanni De Francesco (voz). De dos de ellos hay referencias de su paso por otras bandas (Matteo Polinari, en Aelegy y Mirko Albanese en Eard, Silence Thereafter, y -en el directo- con Nero or the Fall of Rome). El nombre del grupo proviene de las Montañas Oscuras (Emyn Duir, en sindarin o élfico gris); unas montañas ficticias en las que se ambientan algunas historias de J.R.R. Tolkien. Cuentan a sus espaldas con 'Tribe' (una demo de 2014 algo difícil de encontrar), 'Obsidio' (EP, 2018), el single 'Essere Dio', y 'T.S.N.R.I. - Impermanenza' (elepé que lanzaron el 15 de enero del presente año).




'Parerga': una suave, pero tétrica y trágica intro de corte clásico antecede a De Francesco recitando unas breves pero sentidas palabras sobre como conlleva cada uno la soledad; que desatan en 'Essere Dio', ráfagas de tembloroso black metal con voz lúgubre que contrastan con ciertos momentos de cierta calma, siempre tensa. De 7:06 minutos de duración, cuenta con pasajes bucólicos recitados, que desembocan en un clímax oscuro con la maravillosa flauta flotando por encima. El título significa “Ser Dios”, y es un alegato a la fuerza de la propia individualidad frente a las adversidades.


'Cenere di Sogni': canción más larga, esta vez de casi 10 minutos; los blasts-beats de la batería bailan con la estridencia de la gaita en gran harmonía, no faltan riffs cayendo como las hojas de un sauce llorón en una suave brisa con el delicioso protagonismo de la flauta, ahora. La tensión vuelve a crecer y la voz desgarrada elevándose encima de las gaitas, canta con nostalgia a una infancia inocente e ideal en contraste al vacío y la desesperanza del ahora.


'Sentieri non tracciati': una gaita escalofriante nos da la bienvenida mientras la percusión cae cual piedras de un peñasco. Entra la voz de puro poseso creando un ambiente general de sacristía calcinada. La flauta sobrevuela el ocaso como un gorrión, dándole cierta relativa calidez para luego temblar blasts y gaita, mientras De Francesco recita con ronca voz sobre el sentido de ser persona, sea cayendo una y otra vez por la monótona senda de los mismos errores, sea haciéndose cargo del impacto de las propias acciones.


'Solitudine': gritos inauguran esta luego susurrada elegía a la soledad. La gaita brilla y un torbellino épico cabalga mientras las guitarras hacen de las suyas por debajo, para avanzar posteriormente la melodía hierática, como una vieja pintura románica de gestas militares.








Si debo quedarme con algunos de sus versos, sería: “la soledad es un raro lujo / en este mundo relleno de cuerpos”. Más adelante la canción muere, arrastrándose como culebra herida ante el estertor de una también solitaria guitarra.


Nos encontramos con una banda original que hace trizas las etiquetas de “Atmospheric Black Metal” o “Folk Metal”; o más bien las somete a su propia voluntad, en vez de acomodarse en manidas y rígidas estructuras. Las letras introspectivas y nietzscheanas, también van más allá del satanismo barato porque sí. Una grata sorpresa la de Duir, un grupo al que deseamos un longevo desarrollo trufado de buenos discos como éste, que mejora un anterior EP que ya no estaba nada mal.






TRACKLIST

1. Parerga
2. Essere dio
3. Cenere di sogni
4. Sentieri non tracciati
5. Solitudine







NOTA: 8/10

METAL FRIENDS
Texto: Makoki 13