SACCAGE – ‘Charogne’ EP – (2022)

Canadá. Ese vecino aburrido de Yankeelandia (desde la percepción norteamericana, claro está) donde apenas pasa nada. Aparentemente. Pero lo cierto es que en ese páramo hay una coyunta auditiva que, si un@ empieza a tirar del hilo, vomita ante nosotr@s una larga lista de insanas bandas que han marcado el paso al resto del universo extremo. Hablo de broncas sonoras como las de Blasphemy, Razor, Slaughter, Voivod, Mesrine o Iskra. Entre cientos.

Saccage viene de la escena del este del citado país. Rica en tesituras estilísticas y dominada por la particularidad de ser delimitación de una zona francófona orgullosa de ese hecho distintivo. Aunque si hay que buscar algo distintivo que defina a esta banda es la necesidad imperiosa de escupir odio y misantropía a cada minuto. Y todo en francés, oigan, el idioma del amor. Aunque en versión quebequense. Claro. No me digan que no hay que tenerlos bien puestos para tamaña empresa. Por algo, su bautismo de fuego discográfico (si exceptuamos su inicial demo Split) hace una década se tituló “Death Crust Satanique”. Explosión intransigente de black, thrash y crust punk de extásicas consecuencias para cerebros cafres como el mío. Y todo sobre una sobradísima actitud punk que les consolidó como banda nacida para liarla parda. Se posicionaron como joya absoluta del “underground” por entonces con el citado trabajo. Aún lo escucho y juro por Satán que en el coche conjura lo peor de mí al volante. Para levantar muert@s, vaya. Hay una canción hiperbólica en él para quebrar los pulmones de pura virulencia a grito pelado en ese disco; “Motörcrust”. El tema de apertura. Una oda al inocente acto de conducir ebrio un coche consagrado al ángel caído sin remisión. Ya veis, unos angelitos. Angelitos, que a pesar de las abundantes deserciones y recambios en sus filas han mantenido inalterable su tránsito hacia esferas extremas cada vez más acentuadas. Así, vino después el EP “Vorace”, que apuntalaba aún más el marchamo d-beat de la banda y el sonido HM-2 exigía su aplastante dominio. Le siguió “Récidive”, con una orientación más enraizada en el death, thrash y grindcore (observad, insisto, que estos chicos encabronan cada vez más su sonido) para llegar al último LP conocido hasta la fecha. Su “Khaos Mortem”, donde su nihilismo y desprecio por la humanidad alcanzan cotas muy logradas sobre afinaciones aún más bajas y cargadas de podredumbre con un subrepticio olor fétido a “Swedish Old School Death Metal”.
 
Vamos, toda esa casquería que nos quita el sentido a l@s habituales lector@s de este dominio dedicado al underground más irredento. Sibilante hechizo también ejercido sobre auténticos referentes del mundillo como Joel Grind (alma mater de los Toxic Holocaust), que ha tomado los mandos en algunos de sus trabajos para la masterización, o el sello Selfmadegod Records, que, precisamente, entra en escena en este EP que aún no hemos desmenuzado. Lo que deja entrever la imparable escalada de la banda en popularidad bien entendida en estas latitudes opuestas al mainstream.
 
Y con el EP que ahora nos ocupa, este “Charogne”, la fórmula es la misma pero aún más refinada. Es decir, que se huye de cacofonías o experimentaciones al uso porque forma parte del ADN de un combo que exhibe con orgullo que le bastan cuatro días en estudio fulminando parches y mástiles a toda hostia para parir una nueva obra sin mirar atrás, sin dejar prisioneros. Y después, a otra cosa mariposa. La hierba no crece más a su paso. Objetivo cumplido, pues. El EP se abre paso a la molienda con aires doomies mediante la apertura ‘Opulence’, para rápidamente desenfundar con rasgado vocal y desparpajo un ritmo d-beat que a lo largo de su escaso metraje fornicará con contínuos destellos blackers y crusts. Es realmente jocoso observar recitados en francés al final del tema para dar paso realmente al jacarandeo blastbeatero con el segundo track. Es como si te ponen panceta para degustar con una cubertería de Alain Saint-Joanis. No pega ni con cola, pero cuando te comes la panceta se te olvidan cualquier incongruencia y prejuicio snob.
 
Se me va la olla, sí. Volvamos al menú sonoro.  Lo que decía, fraseo franchute para dirigirnos al frente de batalla con ‘Avarice du Gras’. Verga ganando en verticalidad tras el arranque riffero. Es un d-beat que mutará en un “tupa-tupa” muy swedish intercalado con una breve sección de blastbeats.
 
El EP ha empezado con fundamento, pero con el freno de mano echado para abrazar de manera entregada la vileza sonora sin paliativo alguno con el tema homónimo, ‘Charogne’. Noise, acople inicial y festival blastbeatero inmediato posterior. El riffeo despide azufre, hay pocas florituras a la guitarra solista en general, pero aquí el señor Charles St-Pierre eleva un corrosivo solo por encima de la maleza thrash que aprieta, pincha pero nos hace rezumar placer. Check rápido de cervicales. Bien. Todo en orden. Empiezan a joderse.
 
Entre tanto lodazal inmisericorde destacar la labor vocal de Dan Mécréant. No será el tipo al micrófono más versátil de la historia, pero le da el aire malévolo que la banda demanda con su mensaje. Su labor en el siguiente tema, ‘Fumigation’, lo acredita. Perservera en un fraseo raw con gruñidos death para sacarte la piel a tiras. Molienda. El tramo final se desata y el bajo de Phat Labrosse intimida y pone a prueba el subwoofer del más pintado.

 
Esta molienda se finiquita con el tema ‘Tord-Boyaux’. La línea vocal gana en reverb. Quizá para despedirse desde la atalaya de nuestros despedazados restos por el suelo de la habitación en plan, ¿qué, ya no podéis más? Nosotros, sí, cabron@s. Y vamos a mear sobre vosotr@s al final. Estáis cachond@s y lo vamos a celebrar junt@s”. Ofrenda finiquitada.


 
 
 
Saccage resuelve su antropológico odio por la humanidad con una entrega certera y obscena en su manera de calcar los patrones de los subgéneros extremos. Nada que en ellos suene nos coge por sorpresa. Pero es que eso está en su guión. No buscan otro objetivo. Quieren redimirse de los lastres de una existencia mundana plagada de conformismo estúpido apegado a pantallas y convencionalismos asfixiantes. Son una patada en la boca. Mudan de piel levemente pero el pálpito sigue inalterable. No alcanzan las cotas épicas de su debut ni tampoco han ganado en dinamismo, pero te atan a un arcano salvajismo mientras tus dientes se aprietan más y más. Un escupitajo. Y en francés, oyes. Divino. Malsano. Saccage significa “Alboroto”. Ya lo entiendes, ¿verdad?
 
 

TRACKLIST
 
1.Opulence       
2.Avarice du gras            
3.Charogne       
4.Fumigation    
5.Tord-boyaux



 
 
NOTA: 7/10

METAL FRIENDS
Texto: Javier Serrano