VANDAL – ‘地獄変 / Jigokuhen’ – (2023)

Este primero de marzo, un trío japonés bien misterioso lanzaba en formato digital (en su Bandcamp, vaya), el primer material del que se tiene constancia. Nadando entre el Black Metal experimental y atmosférico, el Synth, y lo blacker más guerrillero y poseso, poco he podido averiguar de ellos: ni los nombres de sus componentes, ni su año de formación...Un desastre total, para mí, jaja.

Cantan en el idioma propio de la isla del Sol Naciente, y sus letras versan sobre todo alrededor de la angustia vital, la muerte, el horror, el existencialismo, el destino... Esas cosillas de las que, a menudo, a todos nos da “yuyu” hablar. Como curiosidad, el significado de Jigokuhen en nipón sería algo así como “capítulo o verso del infierno”. Y, ¿por qué no decirlo? -ahí una manita para Iker Jiménez-, coincide con la cuarta adaptación al cine de la serie de anime y manga Bleach. Que trata sobre una rebelión en el mismísimo Infierno, donde los Shinigamis (dioses de la muerte) tienen prohibido ir. Un buen día, los pecadores, prisioneros allí por crímenes violentos se escapan hacia la ciudad de Karakura, donde viven un grupito de amiguetes. Después de luchas con poderes y tal, se llevan al pobre Yuzu, y el grupito de amiguetes liderado por el no menos misterioso personaje de Kokutoo, deberán llegar al mismísimo y jodido Infierno para liberar al secuestrado Yuzu.


 
Bueno, concluido el paréntesis friki y otaku de rigor, pues, empezaremos a desmenuzar sus seis canciones, eso sí, con la katana más filosa del almacén.



 
‘A Nightmare Come True’: ese vientecillo característico de tantas obras blackers da paso a una voz, más que abisal, de exorcismo, si cabe, entre guitarras temblorosas... y de repente la tralla, con una voz más agresiva, y pasajes bien tenebrosos. La cosa se encabrona por momentos como en una olla exprés, hasta una tercera voz de puro yakuza. Vuelve el exorcizado recitando, hasta el sepulcral final.
 
‘Regretted Soul’: una de las canciones más celebradas del presente EP. Puro black de guerrillas, veloz y chungo, otra vez con varios registros de voz desemboca en algo atmosférico, pero sin perder su ferocidad. A los 3 minutos parece que estamos en un tatami de jiu-jitsu lleno de punks, para luego caer en el mismísimo infierno. Con un final arrastrado como un reptil, pues, en resumen, es una delicia mejor que el sushi y el ramen, no te quepa la menor duda.
 

‘Deadly Sins’: vuelve el yakuza entre guitarrazo limpio, rápido otra voz se desgañita de lo lindo en un ambiente de lo más belicoso. Aprietan bien el acelerador sin soltarlo, pero ecos áureos por en medio te harán alucinar de otra manera. No son tripis, ¡son los Vandal de Japón!
 
‘Crimson Lotus of Hellfire’: la otra canción estrella, cuyo título sería “loto carmesí del fuego infernal”, empieza abisal. Una voz con más personalidad que Lucifer da el tiro de salida, para pasarle el testigo a un demonio bien encabronado. Con la música, bien claustrofóbica y opresiva, tus últimas neuronas harán sadomaso del bueno. El ritmo se ralentiza, campanadas a muertos y susurros a ras de oreja. De repente parece que las puertas del inframundo se abren: ¿qué clase de peyote es ése? Para acabar con una guerrilla que ni el Vietcong, oigan, que abre paso a un poderoso final.
 
‘Sañjiva – Reviving Hell’: Sañjiva representa uno de los ocho infiernos (naraku) calientes en el budismo (hay otros ocho, gélidos). En este Naraka, "del resucitado", el suelo está hecho de hierro al rojo vivo, calentado por un inmenso fuego. Se renace siendo adulto directamente, en un estado de miedo y miseria. Tan pronto como el ser comienza a tener miedo de sentirse perjudicado o dañado por los otros seres que lo acompañan, empiezan a atacarse unos a otros con unas cuchillas o garras de acero que aparecen en el lugar. Otras fuentes indican que son los guardias los que atacan a los seres con una amplia variedad de armas terribles. Una vez, el ser comienza a sentir la inconsciencia que sigue al fallecimiento recuperan repentinamente las fuerzas y la salud, y el ataque comienza de nuevo. Otras torturas que también se incluyen es el morir calcinados al arrojarles metal fundido, ser descuartizados, y sufrir debido a las altísimas temperaturas del propio suelo. Una delicia, vaya... La música, acorde con la temática lírica, empieza temblorosa y bien chunguele, vibrante como zánganos metidos en tu puta napia. Se alegra el asunto, los demonios del inframundo están laboriosos, con una machacona y esclavizante sintonía que te hará perder toda esperanza de sobrevivir. Una violinesca melodía te acaba de asesinar el corazón calcinado, y cánticos budistas al final celebran tu puta extinción. Como me pasó con los tailandeses Lotus of Darkness, alucinante mezcla...
 
‘The Last Judgment’: y como acabaron empezamos otra vez, más cánticos budistas, que se funden con atmósferas inquietantes, de repente un buen alarido, y todo tiembla a tu alrededor, voz reptilesca mediante machaque otra vez, cada vez más vibrante, con una epicidad tremenda, galopa la música para hacerse más reflexiva, ¡pero solo para tomar más impulso! ¡Pa'l Naraka tod@s!


 
El venenoso Black Metal se va filtrando por todos lados, y el lejano Imperio del Sol Naciente no iba a ser una excepción. Aunque en los thais Lotus of Darkness, el elemento folklórico era más acusado, los Vandal añaden al sonido convencional algunos cánticos monjiles budistas que hacen las delicias del oyente medio europeo, tal sensación; además del fondo electrónico en la base de sus canciones. Quien diga que en Japón no hay buenos grupos blackers miente, ¡y aquí están los Vandal para corroborarlo!





TRACKLIST

1.A Nightmare Come True         
2. Regretted Soul           
3.Deadly Sins    
4.Crimson Lotus of Hellfire        
5. Sañjīva - Reviving Hell             
6.The Last Judgment


 
 
 
NOTA:8/10

METAL FRIENDS
Texto: Makoki13