Rueda de prensa de Erik de WATAIN para los medios especializados en metal extremo iberoamericanos. El miércoles 11 del presente mes estábamos convocados junto a 20 de los medios metaleros más influyentes de América Latina y España para hablar con el bueno de Erik, de Watain, en rueda de prensa organizada por el potente sello Nuclear Blast, con sedes en Alemania, EE.UU. y Brasil. Y sí, sí, los ojitos no te hacen chiripitas, has leído bien: ¡Metal Friends estábamos allí! El evento, online, estaba auspiciado desde Sao Paulo para castellanohablantes y muchos medios brasileños también. Los medios preguntábamos, y Erik iba disertándonos sobre los aspectos más dispares del disco “The Agony & Ecstasy of Watain”, y de la longeva trayectoria del grupo, también. En la primera cuestión nos habló de sus conciertos como una conexión espiritual, una comunión (evidentemente satánica) entre el grupo y el público. Más tarde se explayó más en esta prominente cuestión, sus shows representan una comunicación con fuerzas superiores, una ceremonia, opuesta al mero entretenimiento omnipresente en la mayor parte de la industria musical; deben ser algo transcendente, una experiencia diferente a la anodina vida cotidiana. Sacó a relucir uno de sus asuntos más valiosos, sus letras, que abordan aspectos mitológicos sobre lo que es (o no) ser un ser humano, es decir, multitud de cuestiones filosóficas, también, y poner una voz a este sinfín de inquietudes de los miembros de Watain. Nos dejó perlas sorprendentes, sobre todo en lo musical. Entre risas, comentó que le ven como un tío que escucha Black Metal todo el día; y nos lo relativizó. Hasta nos confesó su admiración por artistas como Nina Simone y Édith Piaf. Comentó también que, así como el anterior disco “Trident Wolf Eclipse” (2018) era salvaje, violento, depredador, un Watain más de la vieja escuela, el nuevo de este año es más abierto, con un metal más dinámico, más épico, y más inspirado en los primeros trabajos de Bathory. En eso, estamos de acuerdo, al menos, Javier Serrano lo corroboraba en su reseña del disco. Como era inevitable, también le preguntaron como el hijoputa del coronavirus les había afectado, sobre todo en relación del nuevo disco. Reconoció que nos ha afectado a todos, y que además solo se hablaba de eso en todos lados. También les afectó como grupo, en cuanto a ensayos, ya no digamos conciertos; pero que sacando el lado positivo, ha sido un tiempo para focalizarse más todos los miembros en Watain.
Los brasileños Papo Metal volvieron al tema de sus letras, sobre el mensaje más importante del nuevo disco. Erik, ni corto ni perezoso, remarcó que cada canción es un mensaje en si misma, pero que “The Agony & Ecstasy of Watain” podría resumirse conceptualmente como un manifiesto alegato a la locura, como en su momento hicieron grupos tan dispares como Pink Floyd o los Sex Pistols. Más adelante, Erik fue preguntado sobre cuándo se planteó hacer de la música su sustento y su forma de vida. Nos dijo: “Yo trabajaba en una fábrica, y me quería ir de allí. Toqué el bajo para Dissection en cinco de sus shows. En un momento más adelante de mi vida me di cuenta que eso de estudiar o tener lo que le llaman un trabajo serio no era para mí”. A continuación, sin embargo, dejó constar su admiración por la clase trabajadora, que es ni más ni menos la clase social de donde proviene él mismo. Sobre qué bandas nos sorprenderían que escucha, enumeró entre otras; Metallica, Kiss, Deep Purple... o sea, bandas clásicas de la vieja escuela del heavy metal. También todo tipo de punk, rock'n'roll, y muchísima más, pues a la música ha consagrado su vida. Finalmente, reivindicó la actitud de los míticos Motörhead, pues no debemos ser como Korn, insinuando el mismo aprecio por ellos que por la morralla. Sobre qué representa este álbum para Erik y el resto de Watain, nos dijo que era un disco conceptual, sobre los opuestos (el éxtasis y la agonía, pues). En cuanto a la portada, simboliza el abanico de situaciones que van desde la agonía al éxtasis, ordenadas en siete columnas. También reconoció que le encantan la artesanía de las portadas de los viejos discos, con sus dibujos, sus collages, etc., en oposición a las mierdas en Photoshop que muchos grupos de ahora se sacan de su chistera sin chiste. De hecho, esta portada la hizo un artesano de la lejana Indonesia. Ya pasando el ecuador de la entrevista, se centró en la escena latinoamericana, de la que admira mucho su vertiente más underground de grupos como Holocausto o Sextrash, la escena del estado federal de Minas Gerais (Brasil), reconociendo que son mucho más extremas que las europeas. También confesó su amor por la escena peruana, y de Colombia destacó dos grupos de los 80, Masacre y Reencarnación. Habló de la primera vez que estuvo en Sudamérica, concretamente para tocar en Santiago de Chile, en la que habían 500 personas en el concierto y 1.500 en la calle colindante. Resaltó que el metalhead latinoamericano es más apasionado que el europeo (tópico pero cierto...), pues en el Viejo Continente la onda metalera se reduce más al rollo de los findes, y basta. Nos recomendaría el libro Meridiano de Sangre de Cormac McCarthy, una novela del Oeste escrita en 1985 y ambientada en pleno siglo XIX, en que las autoridades mexicanas y del Estado de Texas organizan una expedición paramilitar para matar el máximo número de indios posible. Sobre si le gusta más el Black Metal actual, o el clásico, fue categórico: “-¡¡¡¡El clásico!!!!”. Y por fin le tocó el turno al mindundi que está escribiendo esta reseña de la entrevista a Erik. Le pregunté sobre su próxima gira en España en septiembre junto a Abbath, Tribulation y Bozer, y solo nos prometió con media sonrisa en su tez: “¡Habrá sorpresas...!” Y después me animé a hacer la segunda pregunta a la que tenía derecho, y elegí la que más incómoda me pareció a priori, aunque noblemente Erik me recogió el guante. Decía así: MF.- ¿Seasons of Mist. Century Media Records y Nuclear Blast son algunos de los más importantes sellos para los que habéis trabajado. ¿Podemos seguir diciendo que Watain es un grupo underground? E.-Incomprensiblemente (o quizás no tanto...), le noté visiblemente emocionado cuando empezó a hablarme de sus inicios, en los que hacían todo y absolutamente todo lo concerniente a Watain: serigrafía de las camisetas y demás merchandising, la portada de sus discos, etc., y va y me dice que lógicamente trabajar con un sello de la envergadura de Nuclear Blast, pues les facilita muchísimo pasar de los pequeños detalles y centrarse en su faceta más creativa y musical, se le notaba agradecido por la confianza vertida por el sello (por algo será, añado yo, la calidad va cara en este mundo de postmodernos con autotune); y aprovechó para darles las gracias por organizar este evento con los medios especializados en metal extremo en castellano y portugués, que venimos a ser los médiums entre los artistas y los fanáticos de este bendito lado del globo terráqueo. Y bueno, la persiana ya se ha atascado de tanto enrollarme, espero os haya interesado la crónica y sin más prolegómenos ya me despido con un enérgico: ¡Hasta siempre Erik, Watain y Nuclear Blast!” METAL FRIENDS Texto: Makoki13
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