Como en artículos anteriores de esta sección, no es una tarea fácil elegir solo un disco que te haya marcado en la vida. Para un servidor, hablar de ‘Skydancer’ es hablar de un álbum muy serio, realmente marcó un antes y un después en mi existencia musical y, sobre todo, en el death metal melódico, ya que con este disco descubrimos lo que era la melodía transportada a la brutalidad. Me acuerdo la primera vez que tuvo este disco en mis manos, la portada ya lo decía todo, venían del más allá a iluminarnos con su música y vaya si nos iluminaron… Eran gente que venían de Hammerfall y eso se nota en la composición de las melodías de este álbum, no dejan de ser melodías con una base heavy, eso sí, tocadas a la velocidad de la luz como bien refleja su caratula. Muchos de vosotros tendréis vuestros discos preferidos de los suecos, pero para mí, es su mejor disco y no han vuelto a componer una exquisitez sonora en sus posteriores grabaciones. Y, lo que realmente extraño, no poder escuchar en directo aunque solo sea un tema de esta obra maestra. Sr. Stanne, hazme el hombre más feliz por unos minutos. Ahí lo dejo, jejeje. Ir citando cada tema de este plástico sería una cosa que no vale la pena, porque ningún tema se diferencia del otro, ya que todos son sublimes musicalmente hablando. Podemos decir que los discos perfectos no existen, pero yo tendría mis dudas, si realmente no existe, lo que está claro que ‘Skydancer’ roza la perfección en todas los aspectos; composición, brutalidad y sentimientos. Un disco que empieza con ‘Nightfall by the Shore of Time’ ya te dejo el corazón paralizado. Empezamos con un chillido que da la nota disonante para dar paso a todos sus músicos que, recrean una atmósfera muy envolvente, donde todos los músicos tocan a mil por hora y dejando en la historia melodías que no son fácil de olvidar. Sigo oyendo este disco y me sigue impresionando igual o más que el primer día. Michael Stanne, otro dios a las seis cuerdas. Otro de los temas que merece una mención especial es ‘A Bolt of Blazing Gold’, qué bien supieron compaginar la brutalidad con voces femeninas, aquello le daba una dulzura la mar de oscura. Voces tan perfectas, ejecuciones de otro nivel y un cúmulo de sonoridades que pocos discos pueden gozar. Al oír ‘In Tears Bereaved’ perfectamente te puedes quedar mudo. Madre mía, esa gente no era humana de la manera que tocaban esos riffs. La primera vez que lo escuché, mi pregunta era la siguiente: ¿Se puede tocar tan rápido? Ingenio de mí, jeje. Es un tema detrás del otro, un disco que nunca cansa oírlo, son tantas veces que ya no las recuerdo. ‘Skywards’, ‘Through Ebony Archways’ o la genial ‘Shadow Duet’, en este último dejan caer sus raíces clásicas y podemos escuchar un agudo combinado con guturales. ¡Maestros es la palabra! Y, el disco se zanja con la majestuosa ‘Alone’. Lo siento, pero de nuevo me he vuelto a emocionar, una vez más, me parece un disco que no es de este planeta. Es un regalo que nos cayó del más allá en el año 1993. Una espina que tengo clavada, no poder haberlos visto en aquella época que, justamente vinieron a presentar ‘Skydancer’ en la desaparecida sala Kgb de Barcelona junto a un porrón de bandas de death metal. Siempre que me lo explica mi amigo, lo odio todavía más. Su cara de impacto en aquella noche fue tal al ver a Ander Fridén revolcándose por el suelo con su voz cruelmente afilada, por no hablar del resto de músicos, donde no paraba de babear con tales profesionales de la música. Disculpadme, pero amo a DARK TRANQUILLITY…. TRACKLIST 1.Nightfall by the Shore of Time 2.Crimson Winds 3.A Bolt of Blazing Gold 4.In Tears Bereaved 5.Skywards 6.Through Ebony Archways 7.Shadow Duet 8.My Faeryland Forgotten 9.Alone Texto: Joan Hernàndez
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Bueno, los amigos de Metal Friends me han invitado a colaborar con mi humilde opinión sobre un disco que me haya marcado. Allá voy. El disco elegido es ‘Somewhere in time’ de Maiden, por muchos motivos, pero sobre todo porque fue el primer disco de heavy metal propiamente dicho que escuché completo y que tuve grabado en un k7, por supuesto, con el dato curioso que lo tenía grabado al revés, la cara A del álbum la tenía en la cara B del k7 y viceversa, claro. Años pensando que era así el álbum, que el disco empezaba con ‘The Loneliness of the Long Distance Runner’, jajajaja. Con el paso de los años me hice tanto del álbum original como de los singles que sacaron con el disco. A día de hoy, junto con ‘Seventh Son Of A Seventh Son’ me sigue pareciendo lo mejor que ha editado la doncella. No hay tema de relleno, no cansan los temas largos, es melódico y potente a la vez, es un álbum de 10. Muchas escuchas, cuando no había internet y quemabas cada disco que caía en tus manos, muchas horas analizando ese timbre de voz tan característico, descubriendo todas esas melodías una y otra vez con cada escucha. Para mí como fan, creo que todo empezó con esa grabación. Luego fui descubriendo más discos de la doncella y de otras bandas, pero éste es especial, aquí empezó todo para mí, con esas guitarras duras y melódicas a la vez, ese bajo galopante y omnipresente, sin dejar de lado el trabajo de Nicko, ¿qué os voy a contar del batería de Maiden que no sepáis ya? Aquella cinta grabada al revés, no os podéis ni imaginar las vueltas que dio en mi aparato sonoro, calidad ínfima desde luego, pero le di mil millones de vueltas y cada vez que lo pongo se me siguen poniendo los pelos como escarpias. Por cierto, hablamos del año 1986, ya ha llovido desde entonces. Como para no tenerle un cariño especial a este álbum, que lleva siendo parte de la banda sonora de mi vida desde entonces, que me empezaron a salir pelos en los huevos escuchándolo, jajaja. Un abrazo al equipo de Metal Friends y gracias por contar conmigo. Espero que os haya sacado una sonrisa mi anécdota acerca de mi álbum favorito. TRACKLIST Caught Somewhere In Time Wasted Years Sea Of Madness Heaven Can Wait The Loneliness Of The Long Distance Runner Stranger In A Strange Land Deja-Vu Alexander The Great Texto: Tatto Digiorgio Con este movidón del confinamiento creo que todas y todos llevamos un buen empache de clásicos. Es abrir cualquier red social y que el mundo entero esté rememorando aquellos álbumes más granados de la historia del rock, el heavy metal y el extremo. Por si eso no pasaba antes ya, claro… Pues ahora, doble ración. Es por esta razón que, para esta sección, me he decantado por la nostalgia pura y dura, por el cariño personal que puedas desarrollar hacia un disco que te acompañó durante tu infancia y periodo de crecimiento musical. Sin que la calidad real del trabajo juegue ningún papel, por supuesto. Así, más allá de perfección o influencia sempiterna, me he decantado por diseccionaros ‘Breaking The Chains’ de Pegazus. A finales de los 90 era un chavalico flipado por el power y el heavy más clásico. Lo sigo siendo, aunque los asuntos laborales me hayan llevado por terrenos bastante distintos. Por aquel entonces, cuando uno iba a Revólver o cualquier otra tienda de discos en Tallers, sólo tres factores se tenían en cuenta: el presupuesto ridículo, si la portada era molona (ni idea de quién era Andreas Marschall) y si aquel artefacto tenía pinta de almacenar poderoso y true heavy metal. Evidentemente, ‘Breaking The Chains’ casi lo regalaban, y ese pegaso encabronado tuvo la suficiente fuerza como para llamar mi atención. Sobra decir que fue un flechazo al instante. Por aquel tiempo Nuclear Blast todavía no era el gigante que es a día de hoy, aún se la jugaba con el under y gozaba de respeto entre la parroquia melenuda. Casi que sus activos más importantes eran los mejores Dimmu Borgir y unos incipientes HammerFall, así que con eso ya lo digo todo. Los aguilillas de Pegazus dieron el pelotazo y consiguieron un contrato con ellos para su tercer largo, y tan mal no tuvo que ir si en 2002 repitieron para ‘The Headless Horseman’. Seguramente, Markus Staiger y demás no pasaron del cuarto corte para tomar la decisión de ficharles… ‘Breaking The Chains’ se abre con un temazo ideal para berrear como un poseso y abrazarte con los colegas entre birras que saltan por los aires. Los australianos, incapaces de pisar el acelerador, algo nada usual en aquella época, sueltan tópico, tras tópico, tras tópico en ‘Metal Forever’, una cancionaca de las que suben la moral. Eso sí, la joya es ‘The Crusade’. Resulta obvio que a la hora de componerla, Johnny Stoj, guitarrista y único superviviente de la formación original, se desabrochó un poco el asfixiante chaleco de cuero para que el oxígeno pudiera regar mejor sus neuronas. En mi universo personal es un himno dotado de un puente intermedio de lo más épico, y donde Danny Cecati vuelve a demostrar que era un vocalista de capacidades muy notables. Sigo emocionándose con ese subidón en su recta final. De estribillo resultón, ‘Queen Evil’ sirve de cuenta atrás para ‘Breaking The Chains’, otro momento remarcable de este trabajo. Energética y con otra lírica a lo Manowar, de nuevo tenemos una canción que me hacía alzar el puño en mis años mozos. Pegazus no podían ser más simplones, pero joder, cómo molaban. A partir de ‘Tears Of The Angels’ la cosa decae cosa mala. Lo veo ahora, claro, porque hace dos décadas hice la vista gorda que te cagas… Más allá del lucimiento vocal de Cecati, este corte es un tostón a la altura de las secuelas de Matrix. ‘Chariots Of The Gods’ no ayuda demasiado a remontar, y muchos menos la instrumental ‘Emerald Eyes’. Con ‘Bastards Of War’ se acuerdan de que las guitarras están para morder, y la algo maideniana ‘Apache Warrior’ recupera el pulso a un largo cuya parte central chirría como un cercanías a su paso por el Maresme. Para terminar, sólo deciros que para comprender en su máxima expresión este disco hay que tenerlo original. De verdad, nadie debería perderse ese libreto y esas instantáneas donde los miembros son manoseados por dos jamelgas. Esas chicas, ¿cómo se dejaron embaucar por estos cuatro trepas? ¿Cómo podíamos curiosear por ahí y no abochornarnos ante esas estampas? Pegazus, que siguen en activo, tuvieron en la música la misma suerte que yo con mi ejército de Tiránidos: ciertos momentos de brillantez y toda la ilusión habida y por haber, aunque escasas victorias. TRACKLIST 1. Metal Forever 2. The Crusade 3. Queen Evil 4. Breaking The Chains 5. Tears Of The Angels 6. Chariots Of The Gods 7. Emerald Eyes 8. Bastards Of War 9. Apache Warrior Texto: Pau Navarra |
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