WORSHIP THE DEATH-BARCELONA EXTREME MEETING. OLD BLOOD/NECRORACLE/CARMINA FUNEBRIA (Sala Upload, Barcelona) 18/01/20 PROMOTOR: Elias Ferreres Como cada enero, Chroma Nation nos tenía preparada una velada donde la oscuridad, la blasfemia y los sonidos caóticos se darían cita. Se empezó a anunciar la quinta edición del Catalonia Extreme Winter con confirmaciones como Bethlehem y Necros Christos, despertando el interés de muchos de nosotros. Pero la cosa se detuvo y no surgieron nuevas bandas, ya que Elías decidió dar por finalizada la etapa de su promotora para empezar nuevos proyectos. Para no dejarnos sin nuestra jornada anual de extremidad en la ciudad condal, Elias Ferreres se sacó de la manga un evento para aplazar el Catalonia Extreme Winter bajo el nombre de Worship the Death-Barcelona Extreme Meeting. Y, en efecto, eso es lo que era: una reunión de los seguidores más blasfemos de nuestra Barcelona natal. En esta velada del pasado 18 de enero en la Sala Upload de Barcelona, el cartel estaría formado por Carmina Funebria, Necroracle y Old Blood. CARMINA FUNEBRIA Sin perder la esencia de años anteriores, el escenario de la Sala Upload estaba adornado con candelabros, velas, calaveras y, sobre todo, mucho humo encima del escenario. Sin ninguna duda una vez dentro de la sala no nos acordábamos del cambio de nombre ya que todo seguía igual -con el hándicap que este año solo tocaban tres bandas-; por lo demás, todo igual. Las mismas caras conocidas de cada año, unas 150 personas (nada mal, teniendo en cuenta que era un trío de formaciones) y, sobretodo, mucho Black Metal. La noche se abriría con Carmina Funebria, un proyecto unipersonal que se mueve entorno a aires de Dark Ambient y sonidos de rituales de misa negra. Era hora de abrir el Worship the Death y la temible papeleta le tocaba a Javi García, aunque desde un principio sabíamos que era una apuesta arriesgada en comparación a las otras dos bandas que formaban el cartel. Suponemos que este músico también lo tenía claro, pero eso no le intimidaba para enfrentarse el solo a toda una Sala Upload que venía a experimentar los sonidos funestos del artista; fue una actuación muy experimental e interesante, aunque a la gran mayoría del público le costó adentrarse en su mundo -quizás no era el lugar idóneo para Carmina Funebria aquella noche-. De todas maneras cuando nos presentó su extensa 'The advent and the triumph', perteneciente de su último disco. Además de que nos lanzaba esa horda de ocultismo a través de su sintetizador, le acompañaban unos ritmos de mandolina e iba dejando caer cenizas en sus cuencos para que pudiéramos inspirar la muerte que venía del más allá y fuera directamente a nuestros cerebros. El público presenciaba sus actos con devoción e intentando comprender su puesta en escena, en todo momento con miradas de intriga. No es fácil asimilar lo desconocido en nuestras mentes, pero llegamos a comprender una parte del mensaje de esos parajes fúnebres. Para acabar el ritual se despidió con un tema de su primer trabajo, 'The Revelation', con una duración más corta. Su actuación la podríamos clasificar como la atmósfera perfecta para dar comienzo el Worship the Death- Extreme Barcelona Meeting. NECRORACLE Ya nos impresionaron lo suyo en su debut en los escenarios y precisamente fue en la misma sala que la del sábado 18. Pero, por aquel entonces, fue en la primera jornada de la tercera edición del Catalonia Extreme Winter. Y la verdad es que fueron la revelación de aquella noche invernal. Después de aquella hazaña quedamos tan exhaustos con Necroracle que estábamos sedientos de sangre de volver a probar sus vísceras sonoras. Y es que esta es de esas bandas que hay que apuntar su nombre en MAYÚSCULAS. Como en su pasada actuación, nos presentarían su debut discográfico MMXVIII -a excepción esta vez de dos nuevos cortes-, que nos encandilaron en lo más profundo de nuestras entrañas. Sin ningún tipo de compasión y miramientos nos escupieron la brutal ‘’Through the eyes of Death’’, donde su vocalista, M, entra con una bocanada de aires abismales expulsados de las mismas cavernas, los vimos mucho mejor que en su pasada actuación, tanto en los guturales como toda la banda al completo. La lúgubre actuación de Necroracle nos proyectó un majestuoso Blackened/Death Metal donde sonaba magistral y ese sonido un pelín más grave le daba esa brutalidad que hace que un concierto te salga redondo. Se nota cuándo un técnico de sonido sabe lo que quiere la banda y, en este caso, este era el sexto componente de la banda. ¡Soberbios! Temas como “Revelations” o “Shrines of Beyond” tienen una brutalidad insostenible sin dejar de lado en ningún momento la atmósfera que recrean sus guitarristas, que cumplieron sabiamente con su cometido de oscuridad sin límite y contagiaron con su blasfemia a toda la Sala Upload. Los que aún no habían visto su actuación primogénita quedaron fascinados con una de las bandas que en breve darán mucho que hablar. En aquella noche de oscuridad Necroracle nos presentaron dos temas nuevos: fueron la primera y la segunda parte de V.E.M., dos lanzamientos en primicia para los que nos dimos cita en aquel ritual de almas oscuras y putrefactas sedientas de sangre, como la que derrochaba de su boca el guitarrista, C. Cavarían sus tumbas de aquella ejecución sombría con ‘’Towers of Silence’’, en la que no pararon de retumbar las columnas de la sala con aquella brutalidad que desprendían de las afiladas guitarras y de esa monstruosa garganta. Necroracle nos dieron un directo que nos dejó sin palabras, la misma sensación que tendrán los asistentes del Morbid Catacombs Fest de Berlín. OLD BLOOD Llegaríamos al punto culminante del evento con los anfitriones de la noche. A estas horas de la noche la Sala Upload nos presentaría un black metal ancestral procedente de una de las bandas más legendarias del panorama nacional oscuro. Draco, fundador de Old Blood, vendría acompañado por el 50% de Cauldron (Thanathos y Crypt). En este ritual de ocultismo y blasfemia la banda tocaría íntegramente su último disco, Ancestor. Abrieron su repertorio con el tema que abre el disco, ‘’Alone in the Return’’; desde el principio supieron contagiarnos de esa energía y malicia que posee Ancestor. Draco, inmóvil casi todo el concierto delante de su micro pero demostrando que era el jefe de Old Blood y sus huestes preparados para aniquilarlo todo a su paso. Siguieron cayendo temas como ‘’Sword in the Darkness’’ o ‘‘The Last Sacrifice’’ , temas que proyectaban un auténtico black metal visceral -sin olvidarse de esas partes medievales que te transportan a la naturaleza más cruda, donde nos podrían recordar a unos gloriosos Bathory e incluso a unos adorados y odiados por otros, Burzum. Lo que estábamos viviendo los presentes no era simplemente una banda de Black Metal sino algo más; nos transmitían un mensaje que no es fácil de explicar. Sí, eran cuatro acordes, pero con una peculiar manera de tocarlos. En resumidas cuentas: como Black Sabbath, eran cuatro riffs, pero esa manera de tocarlos no los toca todo el mundo. Pues a eso nos referimos; que Old Blood es una banda muy grande que sabe hipnotizarte con su música desde el minuto 1. En ‘’Heretic Supremacy’’ subió el cantante de 13th Moon ha darle ese toque tan maléfico en sus cuerdas vocales y ¡vaya tipo!; este hombre diríamos que estaba poseído de verdad, podríamos asegurar que lleva el Black Metal en sus entrañas. Menudos alaridos nos escupió en pocos momentos. ¿Qué decir de sus cómplices de batalla? Crypt protegiendo su círculo del escenario como una verdadera bestia, marcando el tiempo que hacían retumbar la sala a golpes de dedo. Y detrás del cuadrilátero teníamos a Thanathos, ¡qué dominio a las baquetas!, se sacaba los ritmos de la manga y llegaba en todo momento a tiempo en una infinidad de compases que no sabemos si existen de verdad o no. Pocas veces hemos visto aporrear tan bestia a nadie unos parches y, sobre todo, con tanta clase. Para finalizar una noche de auténtica oscuridad, en todos los aspectos -ya que no vimos ni un solo foco encima del escenario- nos dijeron adiós con la apisonadora de “Cult of Death”.
Gran noche con tres bandas de auténtica blasfemia, que nos hicieron pasar en grande una previa del Catalonia Extreme Winter que, como nos dijo Elias Ferreres, volverá a resurgir de las cenizas en el año 2021. Texto: Metal Friends
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MEAN MACHINE/NAVAJAS AUTOMÁTICAS/GUILLOTINA (Sala Rocksound, Barcelona) 10/01/20 Promotor: Octopuss Prods Lo que sucedió el pasado viernes 10 de enero en la mítica -y maravillosamente iluminada- Sala Rocksound de Barcelona tardará algún tiempo en diluirse en nuestra memoria, si es que es posible que eso llegue a pasar en algún momento. Las bandas, todas estupendamente engrasadas y bien compenetradas, Mean Machine, Navajas Automáticas y Guillotina -aunque con estilos muy dispares- consiguieron congregar en la misma sala suficientes gentes de diferentes gustos como para que ir a mear se convirtiera en una gincana de codazos, algo que no se ve todos los días en estos tiempos para un bolo de puro gamberrismo. Una vez más, Octopuss Prods nos traía un bolo muy gustoso para nuestros paladares y todo acabó en el segundo sold out de la joven promotora en su año de vida. ¡Enhorabuena, cabrones! Y es que la ocasión era especial por varios motivos: Mean Machine regresaban a casa de su gira nacional junto a Girlschool donde estuvieron presentando su nuevo álbum, 'Rock N' Roll Up Your Ass', coincidiendo con la celebración del 10º aniversario de la banda ¡Casi nada! Pero mientras estos cumplen años, por otro lado, Navajas Automáticas presentaban su jubilación como banda tocando por última vez como conjunto ese viernes 10 de enero delante de un público enloquecido y entregadísimo. GUILLOTINA Los encargados de abrir la noche fueron los rompecuellos Guillotina que, aunque creo que no celebraban nada, dieron la talla igual desde el minuto 0. En mi opinión, mejor coordinados que nunca, empezaron con los desoladores riffs y destructivos, solos perpetrados a medias entre Reka y Charly del tema "La Cuna de Judas" -que también abre su primerizo disco-.
NAVAJAS AUTOMÁTICAS Si habíamos presenciado una banda de aire extremo, ahora tocaba dirigirse al campo reivindicativo con Navajas Automáticas, y puedo afirmar con rotundidad, que no pudo dejar indiferente a nadie; no quedó títere con cabeza en una actuación salvaje de principio a fin. Marc, el cantante, se presentaba con un tanga verde de tirantes (tipo Borat), mientras el resto de la banda ya estaba preparada para dar caña a un público predispuesto a partirse el espinazo en el pogo, que arrancó desde que empezara la primera canción, y que no cesó hasta que sonó la última nota. Pronto ya le asomaba un huevo a la encarnación mallorquina de GG Allin – “¡Este es el último baile! ¡A mí no me parece que estéis bailando!”- Seguía animando a un público que entró encantado al juego, compartiendo sudor y escupitajos, como se solía ver antaño en este tipo de bolos, por eso de poner a los de arriba del escenario a la misma altura que el público. Y seguían enloqueciendo mientras sonaban los clásicos "Voy a matar a todos los directivos de la DGT" o "Ven y muere en Benidorm". Más tarde, la locura; Juan, que también estaba muy participativo con el público mientras acompañaba con el bajo, se vio vencido por la euforia y el peso del instrumento cayendo encima de la batería. El tanga -ya rasgado- volaba de un sitio a otro del público arrancado de las carnes de Marc, que ahora aireaba sus testículos sobre la barra bajo la incrédula mirada de los responsables del garito. 45 intensos minutos de jaleo kinki que culminaron con el ya inmortal himno "Somos navajas automáticas". ¡Gracias y hasta siempre, malditos! MEAN MACHINE Pero la velocidad y el estruendo de la noche vinieron sin duda por cortesía de la maquinaria arrolladora de Mean Machine, que cerraron el concierto con su Rock ‘n’ Roll apunkarrado y pasado de vueltas. El sonido de la sala ciertamente estuvo a la altura de esta orgía de rock setentero a lo Mad Max que, tras 10 años en la carretera y sin sufrir cambios en la formación en todo este tiempo, recuperaban temas clásicos que han marcado su carrera musical como "Loud & Proud" que da nombre a su disco debut, y tema con el que abrieron el repertorio. "Ridin’ The Iron" del primer larga duración llamado Livin' Outlaw o "H-Bomb" del álbum Bastardized Mean City, junto con otros temas que no se escuchaban desde hace años, mientras repasaban otros nuevos del recién estrenado 'Rock N' Roll Up Your Ass'. Raúl Mesa animó de nuevo a todos los presentes poniendo la garganta y su bajo al rojo vivo; al otro lado del escenario Juan Pedro hizo gala una vez más de su maestría a la guitarra. Detrás de ellos Marc Tàpies que, al encargarse esta vez de aporrear la batería estando sentado, (y no de cantar como en Navajas Automáticas) no pudo evitar moverse como alma que lleva el diablo. Eso sí, concentrado y al nivel de sus compañeros. Y todos ellos juntos celebraron a lo loco estos 10 años de madurez con olor a gasolina y whiskey e hicieron menear de igual manera las melenas largas y las cabezas rapadas que se congregaban en la sala para pasarlo bien al más puro estilo de la época dorada del Rock. Si en las otras bandas reinó el mosh-pit, con los descendientes de unos adorables Motorhead el público no paró ni un solo instante en alzarse en reiterados crowd-surfings; allí nadie se cortaba ni un pelo, porque en ocasiones tanto hombres como mujeres volteaban por gran parte de la sala. Todo un espectáculo de buen rock&roll y macarrismo. Mean Machine celebró su 10º aniversario como se merecen su legado de fans, con un extenso e intenso directo de verdadera locura. PD: Pedimos a Mean Machine nuestras más sinceras disculpas por no haber podido fotografiar su actuación. Prometemos en su 11º aniversario inmortalizar hasta el más mínimo detalle. ¡ROCK OUT! Texto: Víktor García
Fotos: METAL FRIENDS |
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