Watain/Abbath/Tribulation/Bolzer Sala Apolo (Barcelona) 24/09/22 Promotor: Madness Live No podemos negar, que la gira más blasfema que nos ha visitado este año 2022 ha sido el Chariots of Fire de Watain y Abbath, acompañados por otros portentosos talentos como son Tribulation y Bolzer. El fin de semana pasado las ciudades de Madrid y Barcelona presenciaron uno de los rituales más memorables de los últimos años. Pero, nosotros os traemos la crónica de Barcelona, que es donde asistimos. Coincidiendo con las fiestas de La Mercè y con unas lluvias de escándalo, por suerte, el sábado ni siquiera cayó una llovizna, coincidiendo con el evento si hubiera caído una tormenta ya hubiera sido un "Raining Blood" en toda regla. Pues, lo mejor era salir con tiempo ya que las puertas abrían a las 17´15h, pero, no sirvió de nada, ya que un servidor se las vio y deseó para encontrar aparcamiento, y finalmente tuvo que dejar el coche en un parking porque veía que el tiempo se me echaba encima, llegando sobre los aledaños de la Sala Apolo sobre las 17´25h y ya se divisaba una cola longeva pero que fluía con rapidez. Era un día señalado para la escena extrema catalana, y allí nos encontrábamos todos los adeptos al Metal Negro, e incluso me encontré con amistades que no veía desde antes de la pandemia. No era un concierto más como tal, tampoco diríamos un mini-festival, sino más bien, una reunión de la hermandad de la parroquia extrema catalana. Yo creo que el sábado pasado nadie se quedó incrustado en sus aposentos. ¡Todos estábamos allí, y es que, la ocasión lo merecía! BØLZER Los primeros invitados en abrir este ritual del Chariots of Fire sería este dúo suizo formado por HzR (batería) y KzR (voz, guitarra). Desde un principio tuvieron un sonido atronador y a primeras horas de la tarde las baldosas de la Sala Apolo temblaron con el black death metal de esta pareja que supieron caldear el ambiente a la perfección. Todavía no había un lleno absoluto, pero ya empezaba a augurarse lo que vendría horas más tarde. Una hecatombe sonora en toda regla. Temas con mucha corpulencia en sus ejecuciones y donde su batería golpeaba sus parches como un auténtico poseso, quien más de una vez nos hizo balancear nuestras cervicales ya que tiene un punto guerrero avasallador. Un escenario todo para Kzr, ya que su batería estaba por los aires como el resto de baterías de la noche. Su frontman nada estático no paraba de moverse en reiteradas ocasiones, y cuando estaba en su posición habitual nos recordaba al mismísimo Lemmy Kilmister con ese micro hacia abajo y su garganta escupiendo infestas notas mirando hacía las tinieblas del techo de la sala. Cumplieron con lo establecido, que no era otra cosa que caldear el ambiente. TRIBULATION Llegó uno de los mejores momentos de la noche entre tantos otros, porque ninguna banda se quedó en el banquillo, al menos eso vimos en los rostros del respetable al acabar cada actuación. Pero, lo de Tribulation fue para quitarse el sombrero por lo bien que sonaron, y qué maestría encima del escenario. Una banda elegante de la música oscura, o Gothic Metal, como queráis llamarlo. La última vez que pasaron por Barcelona ya dejaron un buen sabor de boca entre sus seguidores, y volvieron a repetir hazaña con nota bastante alta. Eso sí, todo hay que decirlo, después de lo que sufrimos los fotógrafos con Abbath y Watain, Tribulation nos ofrecieron un juego de luces estupendo para nuestras instantáneas.
Apretaron al botón de la máquina del tiempo y retrocedimos al pasado con ‘Nightbound’ y ‘Mechancolia’. Johannes Andersson nos miraba con una mirada desafiante con ese rostro ennegrecido, y ese Rickenbacker que nos hacía sangrar los tímpanos al más puro Cliff Burton, o al citado Lemmy. ABBATH Las luces que habían tenido un colorido bastante vivo hace unos minutos, las mismas se volvían opacas para adentrarse en una inmensa nebulosa para recibir al Sr. Noruego: Abbath. A partir de ahora y hasta final de la velada, es como si habláramos de otro concierto, y es que, quien lleva la voz cantante de esta gira son estas dos hachas con hoja afilada del black metal. El responsable de esta historia estuvo más comunicativo que su anterior paso por la capital catalana, eso sí, sin salirse del guión de un concierto de aupa, pero con una alegría extrema de volver a visitarnos. O al menos, eso percibimos. Porque nos concedió todo un conciertazo, respecto a lo que estábamos acostumbrados últimamente. Y encima, supo cómo alegrar las caras en la recta final del concierto a sus fans más acerrimos. Sin ninguna compasión de primeras ya nos masacró con ‘Winterbane’, donde su bajo sonaba como el derribo de un rascacielos, pero la guitarra de su compañero se oía nítida. Todo un acierto que no se derrumbara el techo con el primer tema, porque lo que es la sala, fue toda una olla a presión desde el comienzo, donde empezamos a ver un “mos-pit” predominante alzándose la bandera de Noruega, para más felicidad de su frontman. Aunque, su último disco “Dread Reaver” no es de los más nombrados de este año; la homónima, ‘Acid Haze’ y ‘Dream Cull’ ganaron enteros en directo. Este señor no se dejó ningún disco en el tintero de su carrera profesional, y de su anterior trabajo nos engulló con su maléfica garganta con ‘The Artifex’, ‘Hecate’ y ‘Bridge of Spasms’, y ‘Warriors’ de su antiguo proyecto en solitario I. Si el bueno de Olve Eikermo hasta el momento nos había ofrecido todo un buen recital, lo mejor estaba por llegar, temas emblemáticos de una de las bandas más representativas del black noruego: Immortal. Como un jarrón de agua fría cayeron himnos de los parajes escandinavos como ‘In My Kingdom Cold’, ‘Tyrants’ y ‘Withstand The Fall Of Time’. Vaya tres bombazos para gente que, muchos de ellos, esperaban este momento tan épico. Pero, de todas formas, por lo general, Abbath se marcó un Sr. Directo donde hizo un repaso a su carrera profesional. ¡Esta vez, sí, Abbath! WATAIN Llegaría el momento que muchos estábamos esperando, seamos sinceros, no engañaremos a nadie. Watain y su escenografía ritualística donde no faltaban los tridentes, cruces, un escenario en llamas, cáliz de sangre y un black metal que, hoy por hoy, ellos son la banda de black metal que juegan en la liga de honor. Y es que, cada disco del tridente de Erik Danielsson es una odisea de la oscuridad, pero este ‘The Agony & Ecstasy of Watain’ es otra obra maestra en su currículum vitae, no tan mortífera como su anterior trabajo, pero igualmente de experimentable como sus predecesores álbumes. La cosa empezó con una misa negra a cargo del sacerdote de la ceremonia blacker, donde salió caminando por el escenario muy pensativo y encendiendo pausadamente con su antorcha las cruces que se encontraban en el frontal del escenario, donde al final se perfiló en punta del escenario para entregar la llama a uno de sus discípulos de las primeras filas. Ahí se desató la locura y comenzaron los gritos para invocar al mismísimo Lucifer. La quema de iglesias solo había hecho que comenzar. Encima del escenario solo existía un color; profundo rojo que inundaba las tablas de la Sala Apolo, que afortunadamente no salió en llamas por el bien de todas las almas negras que nos encontrábamos allí. Si ya fue uno de los conciertos del año, si Watain hubiera incendiado la sala, ya hubiera sido el más sonado del 2022, jaja. Sin contemplaciones, vamos a lo qué vamos… ‘Ecstasies in Night Infinite’, ‘The Howling’, ‘Before the Cataclysm’ y ‘Serimosa’ fueron los temas que cayeron del nuevo disco, y cómo sonaban en directo, aquello sí que era black metal espiritual en pura acción; tachuelas, pinchos, cadenas, cuero y su anfitrión pasando el brazo por la llama que encendía la cruz que le poseía a él, y nada más que a él. La cosa no podía empezar mejor. Un Apolo abarrotado notaba como rugían las voces de los devotos de Watain. ¡Puro Black Metal! La llama primigenia se encendió con ‘Black Salvation’ y ‘Devil´s Blood’, donde el respetable no se pudo contener y se creó un abrasivo “mos-pit”. Un 10 por el quinteto en directo por rescatar esos temas que poseen el metal negro más ancestral. La cosa se vino abajo con los coros satánicos de ‘Reaping Death’. Aquello era una invocación en toda regla al diablo. Y es que, fue un concierto de sobresaliente; no solo en lo musical, sino en la escenografía, y por supuesto, una banda entregada de principio a fin. El momento que todos estábamos esperando llegaría, pero fue un momento que puede que algunos no se dieron cuenta, porque Erik lanzó su cáliz de sangre a las primeras filas muy rápidamente. La furia y la ira llegó con ‘Nuclear Alchemy’. ¡Dolor, más dolor! Qué manera tan salvaje de rasgar ese tridente sus cuerdas. ¡Salvajada en estado puro! ‘Malfeitor’ puso el punto y final a aquella ceremonia, que era imposible faltar a su cita. Un concierto de Watain breve pero intenso, pero si hubieran llegado a caer más temas, seguramente también se nos hubiera pasado en un santiamén. Y es que, los de Uppsala es una apuesta segura por todo lo que conlleva un directo suyo. Al final todo el público salió contento por haber asistido a esta ceremonia, donde no les importó pagar el precio estimado. ¡Sarna con gusto no pica! METAL FRIENDS Texto: Black Torher Fotos: MF Video: Alberto Martínez
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