 INVERNAL/UDÛN Sala Ceferino (Barcelona) 17/12/22 Promotor: Invernal Una de las salas donde se vive más propiamente el "underground" en la escena catalana es la Sala Ceferino, todo se vive a flor de piel y en primera persona, más cercano imposible como una hermandad donde se reúne lo mejor de cada casa en pocos metros cuadrados, y es que, la diminuta sala o recinto, como queráis llamarlo, cerraría el año blasfemo con un ritual a cargo de bandas noveles pero con mucha calidad dentro del black metal: Invernal y Udún. Una velada de buen black metal pero con dos propuestas bien diferentes en un local donde su tejado está repleto de logos de Obús, Platero y Tú, Los Suaves (Puffff), La Polla Records, Marea y similares…, pero por suerte, nada tenía que ver con lo que nos ofrecerían estas dos buenas bandas, donde la blasfemia era su amiga en común. No es de extrañar que unas horas antes se agotaran entradas, y es que, como hablábamos con Thanatos (batería de Cauldron), cada vez están saliendo más bandas de Black Metal, no es una cosa novedosa de un tiempo cercano, sino todo lo contrario, ya hace unos cuantos años que están saliendo bastante bandas del estilo, no solo aquí, sino en todo el país. Es el estilo del Metal Extremo que gana la partida a todos los demás, al menos, nosotros lo vimos así. Y lo volvimos a presenciar, la gente sigue respondiendo muy bien a las bandas emergentes, siempre hay alguna excepción, sobre todo este año que ha habido muchos conciertos de golpe, pero, esta vez, la parroquia extrema catalana estuvo ahí para apoyar a estas dos bandazas procedentes del averno. UDÚN El ritual comenzaría sobre las 20´30h como estaba indicado y los primeros en quemar las tablas del Ceferino serían Udún, una banda que ya los habíamos presenciado con anterioridad donde su cantante Camilo despoja una actitud y presencia de auténtico Black Metal, propia de su tierra, blasfemia colombiana sin tapujos. Eso sí, vendrían con una formación renovada en su bajista y batería (músicos de sesión, suponemos…), porque el guitarra y el cantante son los mismos, y por lo que vemos de fotos de presentación de la banda los mandatarios son los jefes de las seis cuerdas y de la garganta infecta. Nunca mejor dicho, porque desde que comenzaron con ‘Hijos de la Blasfemia’, aquella era una voz infecta y demoniaca como pocas puedes oír, este hombre lleva la blasfemia en su sangre, y no lo creemos, es un verdadero Hijo de la Blasfemia, donde no le faltaba el “corpsepaint”, clavos, cadenas, anticristo y cinturones de balas. O sea, toda la artillería a cuestas. Y, a medida que iban pasando los temas y su garganta estaba más putrefacta, su mirada demoníaca hacía temblar las piernas de los que estábamos en primera fila. Eso es el Black Metal. Mirada que te hipnotiza.
Después de que acabaran sodomizándonos con ‘Noche Negra Roja Aurora’ al guitarra se le petó una cuerda, tardaron unos minutos en reparar el percance y acto seguido volvieron a la guerra con ‘Hache HiWatan’. Tampoco era de extrañar ese agujero negro en la actuación, ya que la guitarra iba a mil por hora, y nada de melodías y similares, “True Black Metal” de principio a fin. ‘Perdido en el Desierto’ fue un tema más denso y no tan agresivo, pero bueno, la decadencia y la tortura estaba muy presente en sus minutos. Su frontman estuvo muy agradecido en todo momento por la bienvenida en Barcelona, y no paró de recalcar el apoyo a la escena underground que es muy necesario para que las bandas sigan con vida, al menos, aquella noche se cumplió. Esperemos que no decaiga… El nuevo miembro a las 5 cuerdas me pareció un formidable bajista donde acuchillaba las cuerdas con sus dedos y anclando su bajo en las tablas del Ceferino al puro estilo de Derek Boyer de Suffocation, pero este miembro con sus pinturas de blasfemia.  Nos avasallaron con un tema que están cocinando como bien dijo su cantante, ‘Ríos de Sangre’, y zanjaron su arrolladora y maldita actuación con ‘Horizonte de Sucesos’. INVERNAL Una vez asistido a una ceremonia de puro Black Metal sin florituras, o sea, directo a la yugular. Pues, ahora, le tocaba el turno a un black metal más sofisticado y repleto de corrientes, que en ocasiones estaban ajenas a la oscuridad. Invernal es un dúo de lo más polifacético, quienes dominan sus instrumentos a la perfección. Hoolok con una guitarra de flecha coloreada de militar sacó sonidos que esas notas musicales se nos atragantaron más de una vez en nuestra garganta, y marcando el tiempo detrás de la baqueta estaba Víktor, joder vaya monstruo que está hecho este pelaje con los palos; el chaval tiene una técnica envidiable, y aparte de tocar a la velocidad de la luz, se inventa ritmos de la nada y marca unos contratiempos que ni el mismísimo Joey Baron se los podría ingeniar, esto es una ironía del redactor en clave de humor, porque o sino más de un baterista me escupiría cuando me viera por la calle. Esto último es broma, pero este mozalbete cada vez se supera más en sus dotes con la batería. A un servidor y a más de uno de la sala nos dejó boquiabiertos con su formidable técnica. Estos dos individuos sacaron un sonido sublime, parecía mentira que fueran dos personas solamente, ellos solos sonaron como si fueran una banda al completo.  Invernal es un nuevo proyecto y vendrían a presentar su disco ‘L.I.E.S.P.I.T.O.R.’, el cual tocarían casi íntegramente, donde se saltaron su tema ‘.. Ancient Mountains of Despair’, que la podían haber incluido en el setlist para poder formalizar una hora de actuación. Pero, bueno… Sus razones tendrían. Tal como empieza el disco, la banda en su inicio nos azotó con un vendaval invernal para dar paso a ‘Human Extermination’, donde cumplieron a rajatabla el orden de las canciones del plástico. Una banda que experimenta bastante con todo el abanico extenso con el que posee el black metal, hay tantas infinidades de subgéneros que se amoldan también a la blasfemia, e Invernal sabe cómo ir punzando en cada casilla para sacar un glorioso black metal donde inspeccionan tanto con ritmos rockanrolleros, progresivos, tempos crusts sobre todo en la batería, todo ello conjugándolo con esos pasajes ambientales y atmosféricos propios de los esclavos de Satán. Prosiguieron con ‘Torture the Traitors’ donde las primeras filas no paraban de zarandear sus cervicales y la gente ya se estaba contagiando con el black metal embrujador de este dueto. En el estribillo de ‘ANTIGOD’, Holok nos entonaba registros vocales paganos, otra de los términos a seguir por esta banda, en definitiva un combo con amplio registro de influencias. Una banda muy interesante si te gusta inspeccionar nuevos horizontes en la música más blasfema. Llegamos al momento más emotivo de la noche con ‘Bosque de Mármol’, ritmos a medio tiempo, pero con una sutileza al rasgar esas cuerdas que alguna lágrima negra se desvaneció el algún rostro ennegrecido de la sala. Tema que nos transportaba a los bosques más gélidos de las frías montañas de la vieja Noruega. Por un momento, la Sala Ceferino se trasladó a Bergen.
Llegaría el momento en que Holok (guitarrista/vocalista) nos presentaría su tema homónimo, ‘L.I.E.S.P.I.T.O.R.’, donde se envolvieron en una cortina de humo y con ese foco de luz azul proyectando desde las tablas del diminuto escenario del local, todo ello se recreaba en una atmósfera verdaderamente pantanosa. No solo su música, sino el climax recreaba una crueldad propia de la cruda de naturaleza, incluso hacía más frío que con la anterior banda. ‘The Raven’ fue uno de los momentos álgidos de su actuación, donde el respetable coreaba los canticos típicos de “Eh, Eh, Eh, Eh…” en los momentos de interludio. Y se despidieron con ‘Nyctophiliak’, otro de los hijos de su black metal grandilocuente y divergente aportándonos algo diferente a la mayoría de bandas, si cabe. Se despidieron de nosotros ofreciéndonos una propuesta algo diferente a lo esablecido, y siempre es de agradecer irte para casa habiendo siendo participe de una banda que defiende que todavía se puede innovar en la música del siglo XXI.
El BLACK MASS WINTER nos ofreció dos propuestas bien diferentes del black metal, cada una en su rango, y Sala Ceferino despidió el año con su dosis de blasfemia. Todo tenemos que decirlo, esta sala ha dado conciertos apoteósicos para la hermandad extrema, y este es otro que se monta en ese carro. METAL FRIENDS Texto. Black Torher Fotos: MF
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