Teníamos una cita con una banda con bastante historia y trascendencia dentro del metal extremo: los legendarios Nifelheim. No sería una ceremonia más, ni medias tintas; era la hora de acudir a un ritual de los endiablados suecos que practican un black-thrash metal sin concesiones a la vieja usanza como bandas como Venom, Bathory... Desde su última visita, que ya hacia unos cuantos años, había ganas de verlos y sobre todo para los que no habíamos tenido el placer de disfrutar de su demoledor y sanguinario directo. Con dos citas en territorio nacional, Zaragoza y Barcelona, hoy le tocaba el turno a la ciudad condal bajo la tutela de Chroma Nation, Blood Fire Producciones y Solen Embla. Cuando aterrizamos en la Sala Upload, vimos la clase de público que se había dado cita, parecía como si hubieran desenterrado de debajo de las piedras a los más veteranos del movimiento del metal más extremo y es que íbamos a ver a una leyenda viva que hacía años no pisaban Barcelona. Podíamos casi asegurar que la media de edad de los asistentes era de 40 en adelante. INSULTERS La primera banda encargada en abrir para los escandinavos sería la joven banda afincada en Sabadell, que practican un estilo similar envuelto a un black-thrash metal de antaño. Con dos discos ya grabados, tienen ya un nombre bastante reconocido dentro de la escena catalana más extrema. Aprovecharían el tiempo que tendrían asignado para presentar temas de su último álbum "Metal Still Means Danger". Abrirían el repertorio con el tema que abre su último disco "Age of Terror", riffs directos al cráneo y una batería como una apisonadora que sonaba a antaño (en toda regla un “tupa, tupa, tupa”), que enseguida incitaron a mover las cervicales de las primeras filas y su devastador de la cuerdas vocales desgañitándose a pie de escenario con el peculiar “uhh” (al más puro estilo Tom Warrior). Continuarían presentando el disco con "Bastard Soldiers". Desenterrarían de su primer disco temas como "Lucifer Say Die", "We are the Plague"(tema homónimo), "Curse the Sun for Rising": temas ultrarrápidos que combinan un cúmulo de influencias que nos recordaban a bandas de mediados de los ochenta como Venom, Bathory o Celtic Frost. Para terminar su actuación acabarían con temas de su reciente disco y se despedirían con "Burn with the Witch", "Bang your Fucking Skull" y el tema que da nombre al disco "Metal Still Means Danger". Era la primera vez que los veíamos y les ponemos una nota bastante alta. Nos gustó, sobre todo, ese sonido sucio de antaño que logran inculcar en sus temas. GAEREA Como si de un bosque oscuro y con una sombría luz se tratase el escenario, esta banda portuguesa plantó a pie de micro un frío árbol, únicamente con sus ramas solitarias, abandonadas por sus añoradas hojas. Estos lusos, a simple vista, podíamos decir que son una banda novata, ya que datan su formación del 2016 y con un único disco en su trayectoria, "Unsettling Whispers". Pero con su directo nadie lo hubiera dicho, porque tienen un directo espectacular tanto musicalmente como su puesta en escena. Saldrían a escena toda la banda con sus rostros tapados, para darle más ocultismo y misterio a sus temas. Su cantante gesticulaba con los brazos, pareciendo querer hacer mover las ramas del árbol que tenía delante, como intentando mimetizarse con él. En su primogénito disco podemos encontrar un black a medio tiempo con las ya míticas partes del black más clásico, acentuadas con unas melodías que te llevan a cerrar los ojos y por un instante relajarte en la más pura sintonía del maravilloso mundo de la música. Impresionaron bastante esta tierna banda, musicalmente hablando, sin necesidad de llevar tachuelas, pinchos y caras pintadas. Demostraron ser unos señores instrumentistas y expandieron sus elegantes cortes sobre el escenario. La maestría del país vecino quedó demostrada sobre las tablas de la Upload. NIFELHEIM Llegó el momento esperado que todos estábamos deseosos de presenciar: saldrían a escena los legendarios Nifelheim, estando al mando de la maquinaria sueca los hermanos Tyrant y Hellbutcher, únicos integrantes originales de la formación. La banda, uniformados y repletos de tachuelas, pinchos y cadenas era el uniforme con el que saldrían a descargar toda su blasfemia y sangre. Casi no se apreciaba la carne de sus cuerpos, armados de metal hasta los dientes; esa sería su puesta en escena. Desde el primer minuto que salieron a desgranar brutalidad y el público ya se volvió loco en el minuto uno, con "Black Evil", con la sala a reventar; no cabía ni un alfiler. Barcelona no se quería perder a unos de los reyes del Black-Thrash Metal. Continuaría la descarga con dos temas de su disco "Envoy of Lucifer", donde ya empezó un abundante "circle pit" que ocupaba toda la pista de la sala, gracias a temas como "Infernal Flame of Destruction" y "Storm of the Reaper". El público estaba eufórico con lo que estaba sucediendo esa noche negra repleta de blasfemia y riffs sanguinarios. El respetable quería más adrenalina, porque la locura solo acababa de comenzar. Los suecos retrocederían al pasado para rescatar temas de su disco debut, álbum que daba nombre a la banda "Nifelheim"; grabación en la que se centraría la mayor parte de su show. "Unholy death", "Sodomizer", "Satanic Sacrifice", "Storm of Satan´s Fire", "Witchfuck", "Possessed by Evil", temas que no necesitan presentación, donde su bajista Tyrant apuntaba con el mástil de su bajo a las primeras filas al más puro estilo Steve Harris. Ya sabemos que estos suecos son grandes fans de Iron Maiden y, con sus ojos fuera de órbita, parecía que en cualquier momento se le fueran a salir, este hombre parecía poseído por el mismísimo Satanás. Ya que Satán se había apoderado del cuerpo de Tyrant, nos brindarían dos temas de su Ep "Satanatas", tales como "From Hell´s Vast Plains" y "Bestial Rites", donde su cantante, Hellbutcher, inculcaba en un ritual con un mensaje del diablo al público, que se sometía ante sus pies. Llegaba el punto final de su actuación, pero antes querían recordar discos como "Servants of Darkness" y "Devil´s Force" respectivamente. De estos discos escogerían "Evil Blasphemies", "Bestial Avenger" y "The Final Slaughter". Gran actuación de una de las bandas emblemáticas de principios de los 90, donde se derrochó sangre, sudor y auténtico Black- Thrash Metal de la época. Gran afluencia tuvo la sala, como pocas veces la habíamos visto antes, comparable a cuando vino hace poco Pestilence, pero es que estamos hablando de bandas legendarias en vida. Como tenía que suceder, era una cita obligada e imperdonable perdérsela.
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Noviembre 2024
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