STAINED BLOOD/CATHEXIA/CREMOSITY (Sala Bóveda, Barcelona) 14/12/19 Promotor: Stained Blood ![]() Tras cuatro años sin grabar nada, la banda catalana Stained Blood ha vuelto este 2019 con las pilas renovadas y nos han regalado su última obra, Nyctosphere, dejando de lado el deathcore al que nos tenían acostumbrados en sus últimos discos y han dado una vuelta de tuerca dándole a su sonido ese toque de black metal visceral que tanto encanta a los adeptos de la oscuridad. Desde Metal Friends celebramos el nuevo sonido de la banda -como la mayoría que se congregó en la Sala Bóveda el pasado día 14 de diciembre-. Aunque hayan estado en el silencio -discográficamente hablando-, eso no quiere decir que hayan estado parados; para nada, porque han estado girando tanto internacionalmente como nacionalmente. Tras casi tres años sin pisar su ciudad natal, volvían a Barcelona a presentar su nuevo disco y eso auguraba una noche muy especial: y, por supuesto, lo fue, ya que asistimos a uno de los mejores directos que hemos visto en la Sala Bóveda -por no decir el mejor- y todos los astros se unieron tanto en brutalidad como en sonido. Una noche de 10. En esta velada tan especial les acompañarían los asturianos Cathexia y los locales Cremosity. CREMOSITY Ni con un minuto de retraso, como nos tiene acostumbrados la Sala Bóveda desde que abrió sus puertas. ![]() A las 20´30h salieron los encargados de abrir la velada, cumpliendo el horario a rajatabla, al más puro estilo inglés. Cuando Cremosity salió a escena el público sería un 30% de lo que acabaría siendo, más o menos unos 150 asistentes. Pero eso no le importaba al quinteto, que vinieron a inaugurar la noche como verdaderos profesionales. ![]() Nada más salir nos escupieron un tema nuevo, “The Distingued Butcher”, muy en la línea de la propuesta que ofrece la banda, que es un auténtico brutal death de lo más técnico que podemos encontrar por Catalunya. Seguidamente siguieron defendiendo su gran disco, Witness of human brutality, donde cayeron grandes temas como “Machines Against Flesh”, “Opressor” o “Alpha Mental State”. ![]() Es la tercera vez que los vemos, pero seguimos boquiabiertos con la gran técnica de su guitarrista solista Johnny, quien no paraba de impresionar con sus grandes dotes a las seis cuerdas, quien tanto te podía puntear, como sacarse melodías del bolsillo como deleitarnos con exquisitos tappings, viéndolo en primera fila lo hacía como si fuera lo más natural del mundo. Una verdadera máquina. En los primeros temas el público no acababa de encender la llama pero gracias a la gran labor de su frontman, los asistentes acabaron contagiándose con la destreza musical que transmitía “Concilium Cadaverosum”, otro pelotazo para nuestras orejas. Reconocemos que quien cobra protagonismo en esta formación es su guitarrista solista, pero el resto de músicos no se quedan atrás; sobre todo este corte tiene una gran presencia en la base rítmica, y su batería al estar situado casi en el borde del escenario pudimos ver en primer plano el estilazo que reinaba entorno a las baquetas, donde tanto pudimos ver blast-beats, contratiempos, ritmos a medio tiempo, … Antes de finalizar su gran ejecución musical nos regalaron otra primicia con “Call to Violation”. Con el tiempo justo para cada banda nos dijeron adiós con “Human Fat Ointment”, otra delicia para nuestros oídos. Oyendo a Cremosity parece que sea tarea fácil combinar lo técnico con la brutalidad, algo que a ellos se les da de maravilla. No nos cansaremos nunca en decir que son una de las mejores bandas del género que ha parido este país. ¡Ahora a esperar que salga su segundo disco! ![]() CATHEXIA Desde Asturias harían acto de presencia Cathexia. Dejando de lado el brutal death técnico que acabábamos de escuchar, ahora nos centraríamos con el death metal de antaño. La banda vendría formada por una bandera de bandas como Legacy of Brutality, Thirteen Bled Promises y Replica. ![]() Lo que nos esperaba no era moco de pavo y nada más ver a su voceras Abel con una camiseta de Jumpin´ Jesus sabríamos cuáles serían las consecuencias. Con la sala ya un poco más caldeada, la banda se centraría en su último disco, Complete Obliteration. Comenzaron a latiguearnos con los primeros riffs pesados de “Fall of the Unholy Race” para prepararnos la fosa en la que nos meterían con la descomunal “Entrails of the Eearth”. Las primeras bandas que te venían a la cabeza eran esos ritmos demoledores de unos Grave o Dismember -con una voz desgarradora a lo John Tardy pero con un aire fresco, rápido y demoledor; eso sí, sin llegar al brutal death pero con mucha mala ostia-. ![]() Si con Cremosity al público le costó arrancar, con los asturianos desde el primer momento ya se vieron voltear cabezas por la Sala Bóveda. No quisieron solo presentar su último disco, por lo que rescataron un tema de su anterior Ep Misanthropy, “Before the Disaster”. Vaya ostia nos dieron en toda la jeta con esta brutalidad. Aquí cobran protagonismo las partes Blast-Beats, incluso llegando al grind. Vaya zapatilla le metía su batería, Piti, al bombo. ![]() Una nota curiosa de Cathexia es que no se marcaron ni un solo punteo en todo el concierto -un apunte sin más-; eso quiere decir que iban a por faena y no para lucirse. Eso es verdad; en directo son una banda demoledora y el headbanging no falta, prueba de ello es que su bajista Lalo y su guitarra no pararon en todo el directo de hacer la ruleta con sus cervicales. Siguieron presentando temas de su último disco hasta llegar a la intro de Misanthropy para más tarde despedirse con “Envoys of destiny” y “No rest beyond death”. ¡Con su buen death metal dejaron el ambiente bastante crispado, ¡Puxa Asturies! STAINED BLOOD Hacía más de dos años que Stained Blood daba la espalda a su Barcelona querida; no porque no le faltaran ganas, sino porque durante este tiempo la banda catalana ha estado muy ocupada de gira- tanto por países internacionales como en ciudades de España-. ![]() Este año han sacado un gran disco, que lo podíamos autodenominar Black Metal destructivo, en cuestión su Nyctosphere. Han pasado muchos años haciéndole “el salto” a su ciudad materna. Pero esta vez no nos iban a dar esquinazo y la banda vendría a presentar su magistral obra, alejándose del sonido al que nos tenían acostumbrados en los últimos años. ![]() La Sala Bóveda ya se encontraba en el momento idóneo para recibir a Stained Blood, más o menos a esas alturas de la noche nos encontraríamos cerca de 150 energúmenos deseosos de que comenzara la masacre de los barceloneses. La formación vino a presentar su trabajo y lo ejecutó íntegramente; aunque los cortes sean de larga durada para nada se hicieron extensos en vivo -al menos para un servidor, que gocé como un cochino revolcándose en el barro inmerso en una charco de felicidad-. ¡Un auténtico regocijo! ![]() El tema con el que abrieron su repertorio fue “Avfall”; vaya ostia en toda la cara desde un comienzo. Si la cosa ya comenzaba así, ¡cómo acabaría! Es impresionante cómo la banda va unida, todos saben crear una atmósfera y una brutalidad que muy pocos saben llegar a ese nivel. Aquello sonaba como una explosión en todos tus sesos, pocas veces he visto tanta brutalidad junta -si nos referimos a black metal- y todo ello con un sonido perfecto. ![]() ¿Qué más podíamos pedir? “Century to Suffer” fue la siguiente bestia en demolernos. Me encanta este tema que se inicia con esas guitarras pausadas para, poco a poco, incrustarnos en una demolición pura y dura. Los dos guitarras se alineaban a la perfección y me sorprendieron mucho los alaridos de su cantante, que le daban una potencia descomunal con el nuevo rumbo que ha elegido la banda. ¡Han ido por el buen camino, sí señor! El círculo que nos encontrábamos nos mirábamos a las caras y no dábamos crédito a lo que estábamos presenciando, y seguramente Stained Blood estaban muy emocionados de volver a casa. ¡Vaya directazo se estaban marcando los cabrones! Aunque el último disco se componen de temas extensos para nada se nos hacían eternos, todo lo contrario. Más bien se nos hizo corto el concierto. Estábamos llegando al final de una noche inolvidable y nos encadenaron sin poder salir de la hipnosis de Stained Blood con “Shrines of Loss” o “Winterflesh”, volviendo a toparnos con la velocidad en casi todo momento, manteniendo la oscuridad con muchos detalles melódicos que aportan más oscuridad si aún cabe. Ahora sí que tocaba decir adiós a los catalanes y se despidieron con su tema más extenso, “Drowned”, el cual crea diferentes atmosferas del Black Metal, por ello hace que sea un tema muy épico. Stained Blood no quisieron irse sin hacerse la foto de rigor para inmortalizar aquella velada con su público de toda la vida. ¡La Sala Bóveda vivió una noche memorable con una banda catalana de Black Metal! Texto y fotos: METAL FRIENDS
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